A su alcance . . .

Todo tipo de  motores industriales  se acoplan a sus cargas motrices de manera directa o por medio de fajas o  cadenas de transmisión, para el caso de los acoples directos estos pueden ser  acoplamientos rígidos o flexibles. Los acoplamientos rígidos no compensan las pérdidas de alineamiento mientras que los alineamientos flexibles toleran pequeñas pérdidas de alineamiento. Los acoplamientos flexibles pueden también reducir la vibración transmitida de una pieza de un equipo a otro. Sin embargo,  incluso los acoplamientos flexibles requieren de una adecuada alineación, si se busca extender la vida útil de los componentes del equipo y mejorar su operatividad.

Es un error tomar ventaja de la flexibilidad del acoplamiento con una excesiva pérdida de alineamiento, ya que la flexión del acoplamiento y del eje puede imponer fuerzas al motor y a los rodamientos del equipo de transmisión. Los efectos de estas fuerzas incluyen fallos de rodamientos, sellado o acople de manera prematura, rotura del eje, y excesivas vibraciones radiales o axiales. Los efectos secundarios incluyen aflojamiento o rotura de tornillos. La vida operacional se acorta cuando los ejes no están bien alineados. Similar situación se presenta en las transmisiones por faja o banda, pues en estas el excesivo desalineamiento provoca que las fajas se volteen, se revienten o se desmonten, lo cual evidentemente genera pérdidas significativas en tiempo de operación y suministros de su maquinaria.